ANOTACIONES DE AYER I

«Ancestrina vagaba por un bosque abrupto. No encontraba el camino de vuelta a casa. Daba vueltas sin sentido. Así que cansada se apoyó en el tronco más cercano y… de pronto, se entreabrió una entrada. Asomó la cabeza. Sus vellos se erizaron. Una espesa niebla la envolvió. Alguien o algo que no recordaba haber visto nunca la invitó a entrar. Ancestrina comprendió y entró, la abertura se ensanchó a su paso.

Al llegar al final descubrió un mundo lleno de cascadas interminables, vegetaciones jamás imaginadas y cantos extraños de pájaros aún más extraños, además de escondrijos donde pequeñas sombras permanecían escondidas. A pesar de lo insólito de su situación Ancestrina se sentía a salvo. Entonces, fue cuando la cabra montesa le instó a trepar en busca de la respuesta en los lugares altos de su ser.

Meditó. Sintió ser una lechuza velando por los vestigios que le habían sido transmitidos décadas atrás. Cuando abrió los ojos fue guiada devuelta a casa por dos seres de luz. Una vez en el hogar, comprendió que tenía que tejer su propia vida. Dominar sus pensamientos para diseñar el tejido que quería vivir.»

CONJURO

«¡Polvo de estrellas, ojos de sapo, agua de lluvia! ¡Yo os conjuro para que por la Vía Láctea viajemos volando!»

El LLANTO DE LA CASCADA

«La cascada lloraba y lloraba. Sus lágrimas caían veloces por la montaña. Chocaban con fuerza sobre las rocas. Gran número de pompas flotaban en el aire, y dentro de estas delicados duendes jugaban. Mientras, las criaturas del bosque acomodaban las lágrimas para hacer un río donde divertirse.»