ANOTACIONES DE AYER II
Tranquila durmió entre las flores. Soñó con una cabra que se apartó del rebaño. El animal saltaba por acantilados llevada por su amor propio, por su curiosidad. Libre de culpas de otros hasta lo más alto del precipicio. Sin miedos. Disfrutando.»
ALUCINACIÓN HIPNOPÓMPICA
El cielo regaba el manto verde y el sol iluminaba la arboleda, pero el raquítico árbol cada día más esmirriado estaba. Tronco macilento. Envoltura de nada ¿Qué podía hacer si la savia no lograba amamantar sus ramas? Pobre temeroso, había olvidado algo importante. Varias aves volaban desde su futuro para invocar sus recuerdos y velar su despertar.
Creyendo hacer sin sentido hizo despojar sus ramas y desocupar su tronco. Todo se derrumbó. Su descomposición abonó la tierra. El canto de las aves y el aletear de sus alas cimbreó su cáscara. La arboleda se estremeció y en ese instante, el rayo naranja lo inundó todo. La savia empezó a fluir con intensidad por sus ramas. Como un río caudaloso en la tempestad. El ser que olvidó ser, emergió.»